Que todos, como buenos administradores de los múltiples dones de Dios, pongan al servicio de Dios el don que recibieron. (1 Pedro 4:10)
Pedro establece aquí verdades espirituales muy importantes:
1. Somos administradores -mayordomos- Un mayordomo es alguien que tiene a su cargo para una correcta administración unos bienes que no le pertenecen.
2. Todo lo que tenemos, comenzando con nuestra vida, talentos, recursos, habilidades, formación académica, dinero, tiempo, posesiones, etc. le pertenecen, por tanto al Señor que nos los deja en usufructo.
3. Todos estos dones recibidos tienen que ser puestos al servicio del Reino del Señor. Eso implica la misión de Dios de restauración y reconciliación y la bendición de nuestros hermanos seguidores de Jesús y un mundo roto.
4. Como mayordomos, es decir, como no propietarios, deberemos de rendir cuentas al Señor de cómo estamos usando los dones que hemos recibido.
¿Cuánta conciencia tienes de ser un mayordomo? ¿Cómo estás administrando todo lo que el Señor ha puesto a tu disposición?