Sin embargo, la gente acudía a él de todas partes. (Marcos 1:45)
En una ocasión unos padres le llevaron niños a Jesús para que los bendijeran y los discípulos provocaron el enojo del Maestro al tratar de impedirlo. El evangelio nos dice que las personas acudían a Jesús porque podía ministrar sus necesidades de todo tipo, y creo que esa motivación es totalmente legítima.
Hoy en día, al menos donde yo vivo, la gente no busca al Maestro y me pregunto si nosotros, su iglesia, su comunidad, hemos creado -no juzgaré si con buena intención o no- un cordón sanitario alrededor de Él que está impidiendo que puedan acercarse. Una barrera compuesta de prejuicios, legalismo, falta de compasión, hipocresía y juicio. Una muralla que ni permite que ellos se acerquen ni Él pueda acercarse.
¿Cuál es tu evaluación al pensar en ti mismo?