Jesús le preguntó: Mujer ¿por qué lloras? ¿A quién estás buscando? (Juan 20:14)
Son palabras del diálogo del Jesús resucitado con María Magdalena. Hace unos días con un grupo de pastores estábamos comentando este pasaje y uno de ellos nos indicó lo importante que eran estas dos preguntas del Maestro y cómo a nosotros, sus seguidores, nos podrían y deberían inspirar a la hora de mirar a nuestra sociedad.
He oído en muchas ocasiones la afirmación de que Jesús era la respuesta, sin embargo, pocas veces nos hemos parado a pensar cuáles son las preguntas que la sociedad se hace ¿Por qué llora nuestra sociedad? ¿Cuáles son sus dolores, sus miedos, sus ansiedades? Creo que únicamente cuando los hayamos identificado estaremos en condiciones y podremos afirmar con autoridad que Jesús es la respuesta a las mismas? Pero para eso el requisito imprescindible es preguntar y escuchar. Sin embargo, tal vez con demasiada frecuencia no lo hacemos porque damos por sentado que ya lo sabemos y funcionamos con nuestros clichés que nos hacen sentir seguros; seguros sí, pero también ignorantes de lo que el mundo llora por.