Los ingredientes finales de mi regla o camino de vida personal. Recuerda, son sólo descriptivos, en absoluto prescriptivos.
Simplicidad.
Trato de vivir una vida caracterizada por la simplicidad. Tengo la capacidad de gozar de las cosas buenas que el Señor nos da y ha puesto a nuestro alcance, pero, al mismo tiempo, no uso de forma irreflexiva los bienes y recursos que me ha dado y, en un mundo lleno de tantas y tantas necesidades, trato de vivir de una forma sencilla y humilde.
Respeto por la creación. Tengo el compromiso en mi vida de recuperar el primitivo papel que el Señor le dio al ser humano, ser un mayordomo de la creación y no un depredador. Por tanto, busco que mi estilo de vida lo refleje teniendo cuidado de los recursos naturales, preservando el medio ambiente y siendo respetuoso con el resto de la creación.
Hay otros ingredientes menores en mi regla de vida, sin embargo, no voy a compartirlos todos para no parecer abrumador. De nuevo quiero insistir que mi deseo es ilustrar en qué consiste la regla de vida e insistir también en que cada persona debe decidir qué componentes debe tener siguiendo las características que antes he mencionado.
No conozco ningún atleta serio que carezca de un plan de entrenamiento para progresar, sin embargo, conozco muchos seguidores de Jesús sin plan de entrenamiento para que el Maestro sea formado en sus vidas. La regla de vida pretender ser parte de ese plan tan necesario e importante.