Damos gracias a Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, mientras rogamos incesantemente por vosotros, al tener noticia de vuestra fe en Cristo Jesús y del amor que mostráis a todos los creyentes (Colosenses 1:3-4)
En su primer capítulo Pablo describe alguna de las características de los seguidores de Jesús que vivían en Colosas, En el pasaje que he reproducido se menciona la confianza en Jesús, es decir, cómo estructuraban su vida siguiendo las enseñanzas del Maestro; el amor que se tenían entre ellos, es decir, como se forma intencional buscaban el bien de los otros miembros de la comunidad. Pero, si continuas leyendo el texto verás que muestra otras características. Habla de que vivían movidos por la esperanza, es decir, tenían una perspectiva eterna e interpretaban la vida a la luz de la misma; el mensaje del evangelio producía en ellos fruto, es decir, palabra aprendida, palabra aplicada; experimentaban (me llama la atención que Pablo apostilla que "de verdad") la gracia, es decir, vivían libres de culpa y vergüenza.
La reflexión es muy simple ¿Hasta qué punto tú y yo nos parecemos a los coloreases? ¿Hasta qué punto un observador ajeno podría decir que, con mayor o menor intensidad, esos rasgos son evidentes en nuestras vidas? Y si queremos pasar a la dimensión comunitaria ¿Podrían estas cualidades ser distintivos de nuestras comunidades?