Vivid en incesante acción de gracias. (Colosenses 1:7)

Los estudios científicos muestran como la gratitud contribuye de manera significativa a la felicidad; cuanto más agradecida es una persona -con Dios, con otros y con la vida- más feliz es. Sin entrar en detalle (si deseas profundizar más puedes seguir este enlace: https://scholar.google.es/scholar?lookup=0&q=relationship+between+gratitude+and+happiness&hl=es&as_sdt=0,5&as_vis=1) las personas que practican intencionalmente la gratitud tiene mejor salud mental, son más resilientes, tienen relaciones afectivas más fuertes y disfrutan más de la vida. No es, por tanto, de extrañar el énfasis que la Biblia hace sobre la gratitud. Mientras que la sociedad se esfuerza en generarnos necesidades y hacernos ver el vaso siempre, siempre, medio vacío. La Palabra del Señor nos anima a todo lo contrario, ver todas las bendiciones de las que disfrutamos y tener una actitud de agradecimiento por todas y cada uno de ellas.

Desde hace ya varios años mi esposa y yo creamos una caja de bendiciones. En ella escribimos todo aquello que percibimos como una bendición de parte del Señor o de otros. Cosas grandes y pequeñas, espirituales, emocionales y materiales. El último día del año celebramos un ritual de abril la caja y leer todas y cada una de las bendiciones recibidas a lo largo del año que justamente acaba. Genera en nosotros una increíble gratitud y satisfacción al ver la mano del Señor incluso en los momentos difíciles.

¿Cuán agradecido eres?