Se le acercaron sus discípulos, y él se puso a enseñarles. (Mateo 5:1)
El efecto acumulativo es el incremento en el organismo de determinadas sustancias debido a la exposición prolongada y continuada. Jesús ha de tener un efecto acumulativo en nuestras vidas fruto de estar expuestos a Él, su carácter y su vida de forma de forma constante. Un día en el gimnasio no modela tu cuerpo. Tampoco un día de régimen cambia tu silueta. Un día bajo el solo te puede quemar pero no broncear. Son simples ejemplos de cuán importante es el efecto acumulativo en la vida de las personas.
Esto, si cabe, funciona aún más en el dominio espiritual. No podemos pretender que nuestra vida y carácter cambiarán sin estar expuestos de forma prolongada y continuada a la influencia de Jesús en nosotros. Como sucede con el gimnasio o la dieta adelgazante, sólo el transcurso del tiempo nos permitirá ver que esa exposición va dando frutos y los cambios, que al principio son totalmente imperceptibles, comienzan a ser evidentes, no sólo para nosotros, sino también para los demás.
Por eso es tan significativo este breve pasaje de Mateo. Los discípulos fueron intencionales, proactivos y tomaron la iniciativa en acercarse al Maestro. Este, en respuesta a sus iniciativa, comenzó a enseñarles. Es un principio meridianamente claro, ¿quieres ver cambios en tu vida, cambios de calado, profundos? Trabaja el efecto acumulativo. De lo contrario, no obtendrás nada y aumentarás tu frustración.
¿Cuál es tu respuesta a esta enseñanza bíblica?