Al verlo, los fariseos y los maestros de la ley murmuraban: "este anda con gente de mala reputación y hasta come con ella". (Lucas 15:2)
Para estos dos colectivos, fariseos y doctores de la ley, la gente de mala reputación abarcaba a todo aquel que no vivía como ellos. Eran personas con las cuales estaba prohibido todo trato y relación que no fuera estrictamente necesario. Visitarlos, ser visitados por ellos era algo que ni siquiera pensaban. Compartir la mesa con ellos -señal de camaradería y comunión- era algo que nunca se daría porque significaría contaminarse y el riesgo de ser juzgados por sus pares.
La conducta de Jesús era motivo de escándalo para ellos. El Maestro, no solo no se avergonzaba de la relación y la interacción con estas personas, sino que además, compartía la mesa con ellas con todo lo que significaba. Si Jesús no tenía escrúpulos de este tipo de relaciones me pregunto por qué deberíamos tenerlos nosotros.
¿Qué tipo de colectivos te escandalizan? ¿Aprobaría Jesús tu reacción? ¿Cuál sería la suya?