¡Feliz aquel criado a quien su amo, al llegar, lo encuentra cumpliendo con su deber! (Mateo 24:46)
Todo el capítulo 24 del evangelio de Mateo versa sobre los últimos tiempos y la segunda venida de Jesús. Hay una parte profética y descriptiva que no es de fácil interpretación. Hay una segunda parte, mucho más fácil de entender, que tiene que ver con la aplicación en la vida cotidiana de todo lo anterior. Con nuestra increíble capacidad para volver complejo lo simple acostumbramos a centrarnos en lo que no entendemos -la primera parte-, tal vez porque así no tenemos que preocuparnos de lo fácilmente entendible -la segunda parte-.
En esta, en la segunda, Jesús nos indica que estemos vigilantes y alertas ya que no sabemos cuándo Él regresará. Todavía lo hace más práctico tal y como lo refleja el versículo que encabeza esta entrada, cumpliendo con nuestro deber. Por tanto, el sentido común nos indica que es importante saber cuál es ese deber que se nos ha encomendado, esas expectativas que el Señor tiene sobre nosotros, esa descripción de trabajo que nos ha dado. Para mí no cabe la menor duda que se trata de la misión de colaborar con Él en el ministerio de la restauración y reconciliación de todas las cosas. Dicho de otro modo, asegurémonos de que si hoy vuelve, nos encuentra involucrados en la misión.
¿Hasta que punto estas involucrado en llevar a cabo esa misión?