Él les dijo:vosotros pretendéis pasar por gente de bien delante de los demás, pero Dios sabe lo que hay en vuestro corazón; y aquello que la gente juzga valioso, para Dios es sólo basura. (Lucas 16:15)
Todo en la Biblia es una cuestión de corazón. En la Palabra el corazón no está relacionado con las emociones sino con el centro de control y gobierno de nuestro proyecto vital. Es donde se toman las decisiones, se elaboran los valores, se determinan las prioridades, se forjan las actitudes. Por eso, de forma repetida la Biblia dice que a Dios no le impresionan nuestras conductas sino que valora el corazón, el interior. Vale la pena de forma frecuente poner nuestro corazón delante de Jesús para que haga un análisis a fondo y, en base al mismo, determinar cómo vivir.
¿Cuánto hace que no has permitido que el Señor examine profundamente tu corazón?