LAS CARACTERÍSTICAS
Primera característica, singular. Cada uno de nosotros hemos sido hechos únicos y diferentes por parte de Dios (Salmo 139). La relación que cada uno de nosotros establecemos con Jesús es, consecuentemente, singular y única. No hay dos espiritualidades iguales. Unos gozan con la alabanza llena de música y movimiento cenestésico. Otros, por el contrario, necesitan el silencio y la quietud para encontrarse con el Señor y oír su voz. Mi punto es que aquellos componentes que decidas introducir en tu regla de vida han de ser los que estén alineados con la forma en que el Señor te ha hecho, de cómo lo experimentas a Él y de qué maneras tú canalizas tu espiritualidad. Es tu regla de vida, no la de tu pastor, tu líder, tu congregación.