Cuando las emociones no acompañan.
Habrá veces en que la regla generará en nosotros un sentido de responsabilidad que nos llevará a actuar en una determinada dirección –porque esa es, precisamente, la que queremos tomar- aunque las emociones o las ganas no nos acompañen. No debemos olvidar que, en ocasiones, no ubicamos el placer o el gozo en el lugar adecuado. Deseamos que el placer nos mueva a hacer las cosas y no la voluntad, cuando, en muchas ocasiones, el placer es el resultado de haber hecho las cosas. Llevo corriendo largas distancias desde hace más de treinta años. Miles de veces no he tenido ganas de entrenar y salir a correr con un tiempo inclemente o con cansancio físico y emocional.
Miles de veces he experimentado la satisfacción después de haber acabado el entrenamiento ¡Valió la pena!