[Pilato] mandó que trajeran agua, y se lavó las manos en presencia de todos, proclamando: -¡Yo no me hago responsable de la muerte de este hombre! ¡Allá vosotros! (Mateo 27:24)
El gesto de lavarse las manos es un gesto de desentendimiento. Pilato es consciente de la inocencia del Maestro, sin embargo, decide no involucrarse, no complicarse la vida y su carrera política. Desentenderse no es ignorar los problemas o las realidades, es simplemente, considerar que no somos los responsables de solucionarlo. Algún otro lo debe ser.
Creo que es perfectamente aplicable a nuestras vidas. Pensemos, por ejemplo en la misión encomendada por Dios. Un elemento clave de la misma es la demostración del Reino por medio de nuestras obras de amar, justicia, compasión y misericordia hacia otros. Demostramos el Reino cuando, de parte de Dios, hacemos nuestra la responsabilidad de mitigar esas necesidades en la medida que están a nuestro alcance involucrando nuestras vidas y nuestros recursos. Pero, también es cierto, que podemos tomar la actitud de Pilato y lavarnos las manos.
¿Te pareces más a Pilato o a Jesús en tu actitud hacia las necesidades de una humanidad rota?