María dio luz a su hijo al que José puso por nombre Jesús. (Mateo 1:25)

Tengo una nieta de tres meses, María, y cuando la miro o la tengo en mis brazos, pienso en su absoluta vulnerabilidad, su total dependencia de adultos para poder sobrevivir. La vulnerabilidad es la posibilidad de ser herido o recibir lesión física, moral o emocional. Vulnerabilidad es fragilidad y la necesidad de otros para tirar hacia adelante.

Y Dios decidió hacerse vulnerable en la persona de Jesús, precisando de José y María para poder sobrevivir; hasta el punto que los padres tomaron la decisión e huir a Egipto para salvar la vida del bebé ¡Salvar la vida de Dios! ¿Verdad que cuesta entenderlo? todo en el Dios hecho ser humano es difícil de entender. ¿Qué pensábamos de Jesús, que era un pequeño súper héroe con súper poderes? ¿Un Júpiter disfrazado de bebé? ¿Un Baby Yoda con la capacidad de hacer levitar los objetos y las personas? ¿Un pequeño de meses con omnisciencia y omnipotencia? ¡En absoluto! Cuando Dios toma la decisión de humanizarse toma la decisión de limitarse. Y en su limitación hacerse vulnerable. Jesús necesitó de sus padres para alimentarse, para estar limpio, para estar a salvo, para tener un entorno seguro en donde vivir y crecer.

El Dios vulnerable da la bienvenida a tu vulnerabilidad, la puede entender y aceptar porque no es ajeno a la misma, porque la ha experimentado. Fórmate una imagen real de quién es Dios. Reflexiona sobre su humanidad y todas las implicaciones que tiene para nosotros. Yo no podría creer ni seguir a un Dios que no tiene ni la más mínima idea de qué complicado y difícil es ser humano en un mundo roto y afectado por el pecado. Yo no podría pero, afortunadamente como dice el libro de Hebreos, nosotros no tenemos en los cielos un Dios que no puede entendernos. Nada, absolutamente nada de tu experiencia le es ajeno a Dios.

¿Por qué es importante entender y aceptar la vulnerabilidad de Dios?