Has sido un administrador honrado y fiel. Administrador malo y holgazán. (Mateo 25: 23 y 27)
Este capítulo de Mateo recoge varias enseñanzas relacionadas con la mayordomía, es decir, con el uso que hacemos de nuestra vida y recursos. Aprendemos que a cada uno de nosotros se nos ha dado conforme a nuestras capacidades; también que tendremos que rendir cuentas de la forma en que hemos usado ese capital que es nuestra vida. Podemos usarlo bien, a saber, pareciéndonos cada día más a Jesús y bendiciendo a un mundo roto. Pero también podemos usarlo mal, siendo negligentes en desarrollar la vida de Jesús en nosotros y dejando de ser de bendición para nuestro entorno desentendiéndonos de este modo de la misión.
De Jesús, el Maestro, recibiremos una u otra evaluación; dependerá de cómo hayamos vivido. Siempre, por tanto, tenemos tiempo para asegurarnos que cuando ese día llegue podamos escuchar esas palabras que nos llenarán de satisfacción o de frustración. Depende de nosotros.
¿Cuáles recibirías si hoy tuvieras que rendir cuentas de tu mayordomía?