Y una voz proveniente del cielo, decía: Este es mi Hijo amado en quien me complazco. (Mateo 3:17)

 

El tema de la identidad es fundamental. La identidad es cómo construimos nuestra comprensión de nosotros mismos, nuestro concepto del ser. Es quién yo soy, cómo me despliego en el mundo y cómo deseo ser percibido por los demás. Todos, de forma consciente o inconsciente necesitamos responder a esta pregunta.

 

Ningún punto limitado tiene significado alguno a no ser que tenga un punto infinito de referencia, afirmaba el filósofo existencialista francés Jean Paul Sartre. Dicho de otro modo, la identidad se construye en base a referencias. Por su parte el filósofo cristiano Francis Schaeffer decía, el hombre es personal y no obstante limitado, por lo que no es un punto de integración suficiente para sí mismo. Afirma con otras palabras lo dicho por Sartre.

 

Nuestras sociedades asisten hoy en día a duras discusiones acerca del tema de la identidad, especialmente relacionado con el tema del género. Hay una corriente de pensamiento que afirma que yo construyo mi propia identidad de género. Soy quien decido ser sin tener que estar limitado por cuestiones bilógicas o morales. Me puedo construir y reconstruir a mí mismo tantas veces como considere necesario. Suena bien y popular pero no resuelve lo dicho por Sartre y Schaeffer. ¿Cómo puedo responder a la pregunta acerca de quién soy? Porque sólo sabiendo quién soy puedo discernir cómo vivir.

 

Los seguidores de Jesús podemos responder a esa pregunta porque ese punto infinito de referencia -Dios- ha proclamado quiénes somos: sus hijos amados y, consecuentemente, podemos saber cómo vivir, como hijos del Rey e imitadores de Jesús, el auténtico ser humano. No necesitamos los puntos de referencia que la sociedad ofrece, tampoco la ansiedad de tener que decidir por nosotros mismos cómo construimos una identidad sin referencias. Somos quien Dios dice que somos. La identidad se ha convertido en todo un tema en nuestra sociedad y, una vez más, los seguidores de Jesús podemos responder a una de las pregunta sociales clave: ¿Quién soy?

 

REFLEXIÓN

 

¿Cómo defines tu identidad en la práctica?

¿Qué relación hay entre identidad y estilo de vida?

¿Qué sientes de parte de Dios que deberías hacer con esta información?