Así pues, lo mismo que en otro tiempo os hicisteis esclavos del vicio y la maldad enfangándoos en el mal, haceos ahora esclavos del bien, consagrándoos a Dios. (Romanos 6:19)


El contexto del pasaje es la nueva vida en Cristo. El énfasis, la libertad para escoger. Pablo indica que gracias a la obra de Jesús en la cruz nosotros ya somos libres de la esclavitud del pecado. Jurídicamente aquel no tiene autoridad ni poder sobre nosotros. Sin embargo, puede darse la paradoja que nosotros usemos nuestra ganada libertad para libre y voluntariamente ponernos de nuevo al servicio del pecado, no porque éste nos obligue, sino porque de buena gana nosotros seguimos sus dictados convirtiéndonos nuevamente en esclavos de facto aunque libres jurídicamente. 

Pablo nos indica que ahora que somos libres -gracias a Jesús- podemos elegir. Podemos seguir obedeciendo al pecado y sumiéndonos de nuevo en la esclavitud, a menudo peor que la que teníamos antes de conocer a Jesús, o, por el contrario, podemos usarla para la práctica del bien, siendo así imitadores del Maestro y reflejando el carácter del Padre. Lo que está claro es que aquel a quien obedeces te domina y te moldea; sea el bien y sea el mal.


Eres libre para escoger ¿Hacia dónde van tus elecciones?


Así pues, lo mismo que en otro tiempo os hicisteis esclavos del vicio y la maldad enfangándoos en el mal, haceos ahora esclavos del bien, consagrándoos a Dios. (Romanos 6:19)


El contexto del pasaje es la nueva vida en Cristo. El énfasis, la libertad para escoger. Pablo indica que gracias a la obra de Jesús en la cruz nosotros ya somos libres de la esclavitud del pecado. Jurídicamente aquel no tiene autoridad ni poder sobre nosotros. Sin embargo, puede darse la paradoja que nosotros usemos nuestra ganada libertad para libre y voluntariamente ponernos de nuevo al servicio del pecado, no porque éste nos obligue, sino porque de buena gana nosotros seguimos sus dictados convirtiéndonos nuevamente en esclavos de facto aunque libres jurídicamente. 

Pablo nos indica que ahora que somos libres -gracias a Jesús- podemos elegir. Podemos seguir obedeciendo al pecado y sumiéndonos de nuevo en la esclavitud, a menudo peor que la que teníamos antes de conocer a Jesús, o, por el contrario, podemos usarla para la práctica del bien, siendo así imitadores del Maestro y reflejando el carácter del Padre. Lo que está claro es que aquel a quien obedeces te domina y te moldea; sea el bien y sea el mal.


Eres libre para escoger ¿Hacia dónde van tus elecciones?


Así pues, lo mismo que en otro tiempo os hicisteis esclavos del vicio y la maldad enfangándoos en el mal, haceos ahora esclavos del bien, consagrándoos a Dios. (Romanos 6:19)


El contexto del pasaje es la nueva vida en Cristo. El énfasis, la libertad para escoger. Pablo indica que gracias a la obra de Jesús en la cruz nosotros ya somos libres de la esclavitud del pecado. Jurídicamente aquel no tiene autoridad ni poder sobre nosotros. Sin embargo, puede darse la paradoja que nosotros usemos nuestra ganada libertad para libre y voluntariamente ponernos de nuevo al servicio del pecado, no porque éste nos obligue, sino porque de buena gana nosotros seguimos sus dictados convirtiéndonos nuevamente en esclavos de facto aunque libres jurídicamente. 

Pablo nos indica que ahora que somos libres -gracias a Jesús- podemos elegir. Podemos seguir obedeciendo al pecado y sumiéndonos de nuevo en la esclavitud, a menudo peor que la que teníamos antes de conocer a Jesús, o, por el contrario, podemos usarla para la práctica del bien, siendo así imitadores del Maestro y reflejando el carácter del Padre. Lo que está claro es que aquel a quien obedeces te domina y te moldea; sea el bien y sea el mal.


Eres libre para escoger ¿Hacia dónde van tus elecciones?