Os he dicho todo esto para que, unidos a mí, encontréis paz. En el mundo tendréis sufrimientos; pero ¡ánimo!, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33)

A diferencia (al menos hasta donde yo sé) de los animales, nosotros tenemos conciencia plena de las tres dimensiones del tiempo; a saber: pasado, presente y futuro. Tenemos la capacidad de volver nuestra vista hacia el pasado o el futuro mientras vivimos el presente. En otras ocasiones, o bien el pasado con sus cargas o el futuro con sus preocupaciones, nos impiden poder centrarnos en el presente. Pero también el presente puede hacernos perder toda perspectiva de futuro. ¡En fin! las combinaciones de estas tres dimensiones son muchas y pueden generar mucha ansiedad y preocupación.

La invitación del Señor es estar unidos a Él para poder tener paz. En Él podemos obtener perdón por los fracasos, pecados, errores y malas decisiones del pasado. Al mismo tiempo podemos tener perspectiva y paz con respecto a un futuro que Él conoce. Finalmente, podemos obtener su presencia en medio de las dificultades grandes y pequeñas de la vida cotidiana. Nuestra responsabilidad es mantenernos unidos, conectados, dependientes de Él.

¿Cómo puede ayudarte Jesús a lidiar con tu pasado, presente o futuro?