¿Qué quieres que haga por ti? (Lucas 18:41)
Esta pregunta -que le hace Jesús a una persona específica- es válida para cada uno de nosotros. Es una pregunta que genera reflexión y que tomada en serio nos obliga a pensar porque la respuesta mostrará, pondrá de manifiesto mucho acerca de quiénes somos.
Relaciones, la intervención del Señor en la vida de seres queridos sería mi respuesta al Maestro. Sin embargo, al responder me asalta la duda, no puedo visualizar de qué manera lo que pido se puede llevar a cabo en la vida de las personas que amo y que son objeto de mi respuesta a Jesús.
Entonces otras palabras suyas me asaltan: "Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios" y generan en mí una tensión de difícil solución, lo creo y no lo creo, lo espero y me desespero. En fin, lo único que puedo hacer es acercarme a Él y decirle lo que otra persona en situación similar le dijo: "Creo, pero ayuda mi incredulidad?
¿Cuál sería tu respuesta a la pregunta de Jesús?