También les dijo [Jesús] prestad atención a lo que oís: Dios os medirá con la misma medida con que vosotros medís a los demás, y lo hará con creces. (Marcos 4:24)

La Biblia nos habla de leyes universales establecidas por Dios; por ejemplo, la de la siembra y la cosecha. Lo que sembramos es lo que recogemos. La de la medida podría ser considerada otra ley. Seremos evaluados con los mismos criterios que evaluamos a los demás. Parece justo porque habitualmente tenemos dos medidas diferentes una para los otros y otra para nosotros mismos. Fácilmente podemos condenar en otros lo que nos parece del todo justificable en nosotros. Jesús dice que no va a actuar del mismo modo, que usará para medirnos los criterios que usemos en la vida de los otros.

Esto me lleva a pensar que más vale aplicar gracia, compasión y misericordia a las demás personas porque, si no lo hacemos, no podemos esperar que nos sea aplicada a nosotros el día en que la necesitamos.

¿Cómo tratas a los demás?